J.S. Bach: Complicité

“Parece haber una cualidad abstracta y atemporal en la escritura de Bach que permite escucharla de múltiples formas”, comenta la pianista estadounidense Simone Dinnerstein a Apple Music Classical, sobre un compositor cuya música ha sido arreglada y transcrita más que la de cualquier otro en la historia. Su álbum Complicité, en el que también participan el conjunto de cuerdas Baroklyn, la oboísta d’amore Peggy Pearson y la mezzosoprano Jennifer Johnson Cano, ofrece una selección de obras del compositor barroco en versiones nuevas, ingeniosas y cautivadoras, todas con el piano moderno como eje central. Dinnerstein abre su programa con una breve pieza del Orgelbüchlein, la colección incompleta de preludios corales para órgano de Bach concebida en torno al calendario litúrgico. Compuesta para la festividad de la Candelaria, que marca los 40 días desde el nacimiento de Cristo, Herr Gott, nun schleuss den Himmel auf presenta un tema coral sobre un acompañamiento en movimiento y un bajo constante y pulsante. Quienes escuchan podrían esperar que el piano lleve la melodía, con las cuerdas fluyendo por debajo; sin embargo, Dinnerstein desafía estas expectativas: el piano se convierte en el corazón palpitante de la obra y le otorga a esta breve y poco conocida pieza un brillo contemporáneo. “Me interesaba mucho cómo el carácter de la música podía cambiar de forma notable según la manera en que organizáramos las texturas”, afirma Dinnerstein. Y al manipular el tempo y la articulación, añade, las múltiples capas en la música de Bach se revelan con mayor fuerza: “El principio que me guía es querer escuchar todos los detalles fascinantes y expresivos de la obra”. Para el Concierto para teclado No. 2 de Bach, Dinnerstein y Baroklyn se limitan a facilitar y resaltar sus numerosos detalles contrapuntísticos y texturales. “La obra es altamente contrapuntística y, por momentos, francamente extraña”, comenta Dinnerstein. “Ensayamos muchísimo para encontrar todas esas rarezas y resaltarlas en el equilibrio de las voces. En el segundo movimiento, las cuerdas agudas tocan durante un buen tramo una respuesta en pizzicato a la línea ‘arioso’ del piano. La conexión fue tan profunda que pude dejarme llevar por completo, casi como una improvisadora, con una respuesta siempre precisa a cada gesto”. La cantata Vergnügte Ruh, beliebte Seelenlust, BWV 170, con Jennifer Johnson Cano como solista de alto, constituye el corazón palpitante de Complicité. Estrenada en Leipzig en 1726 para el sexto domingo después de la Trinidad (hacia finales de julio), su música expresiva está llena de posibilidades para la reinvención. “Le encargué (al compositor y pianista) Philip Lasser que hiciera una realización del continuo para el primer movimiento”, explica Dinnerstein. “Me encanta cómo aportó un elemento contemporáneo al movimiento, que por momentos casi me recuerda a lo mejor de Stephen Sondheim”. Puedes escuchar el ingenioso y libre enfoque de Lasser hacia las líneas de continuo de Bach en la última pieza, In the Air, basada en la conocida “Air on the G String” de la Suite orquestal No. 3. “Quería que el fragmento de Bach tuviera una cualidad celestial y pura en las cuerdas, mientras que el piano y el bajo aportaran una profundidad sonora más terrenal”, comenta Dinnerstein. “Durante la sesión de grabación, los primeros violines se agruparon en forma de triángulo alrededor de un micrófono, casi como cantantes de música folk, y eso dio lugar a una fusión de sonido verdaderamente hermosa”.